(Nota: este tema viene a
sustituir el de “Arquitectos de la modernidad” toda vez que están comprendidos
en la 39 que son arquitectos no propiamente del Estado Bolívar sino que han
venido de otras ciudades a realizar obras emblemáticas en el Estado como son
los casos de Carlos Raúl Villanueva y Fruto Vivas.)
Wadaka Tema 40
Los diamantes son carbonos
cristalizados que se forman en las profundidades de la tierra bajos los efectos
del calor y la presión, luego suben y forman durante el proceso chimeneas
llamadas kinberlitas, características de muchos yacimientos como los de Guayana
que se desgranan y ruedan arrastrados por las lluvias hasta acumularse en los
arenales de los ríos de las cuencas del
Caroní y el Cuchivero.
El diamante es la sustancia más
dura conocida. Sus formas cristalinas
más comunes son octaedros y dodecaedros.
Muestra una amplia gama de transparencias y colores. El más grande
hallado en la Guayana venezolana (minas del Polanco) es el de Jaime Teófilo
Hudson “Barrabas”, que pesó 155 quilates y le pusieron el nombre del
Libertador.
La belleza de un diamante se
logra en talleres de talla como los existentes en la Escuela de Geología y
Minas de la UDO, donde se cumple el proceso de exfoliación, aserradura y pulimento,
que en conjunto crean la talla del diamante, las técnicas más precisas y
difíciles del arte lapidario.
Los primeros diamantes hallados
en Venezuela datan de 1913 y a partir de entonces no ha parado la actividad
extractiva. En 1074 la producción se
situó en 1.248.979 quilates métricos, la más elevada hasta ahora, seguida de la
registrada en 1975 que fue de l.055.331 quilates.
En Venezuela llevamos casi un
siglo sacando diamantes con palín y suruca de manera espontánea y aventurada. No se ha trabajado
sobre la base de un programa, ni considerado como aspecto importante de la
economía, aunque últimamente se viene hablando de la Bolsa de Diamantes que
podría darle un vuelco a la explotación.
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