Wadaka Tema 22
El Chimantá, al igual que los 50 tepuyes de nuestra Guayana, ha sido asombrosamente
dotados por la naturaleza en paisajes, plantas y fauna, enaltecidos en buena
parte sus peculiaridades endémicas, por los científicos que se han aventurado hasta
sus alturas, como tesoros maravillosos que debemos estudiar y cuidar para el
conocimiento y disfrute de las generaciones futuras.
El Macizo del Chimantá es de una
ecología muy frágil y está ubicado en territorio de la Gran Sabana, cerca de la
ribera oriental del Caroní a 35 kilómetros de la Misión de Wonkén, a una altura
de 2.700 metros que junto con el Monte Roraima constituye la montaña más alta
del estado Bolívar.
El Roraima es una montaña de
cumbre plana y paredes verticales, situada al extremo sureste, donde Venezuela
se une con Brasil y Guyana.. Las aguas
que se desbordan van por conducto de otros a drenar en los ríos Esequibo, Amazonas
y Orinoco y su flora endémica y única
llama la atención a numerosos científicos.
En las cabeceras del Caura, Erebato
y Ventuari, se encuentran tres de los más impresionantes monumentos de la
naturaleza: Jaua, Sarisariñama y Guanacoco, desconocidas en cuanto a la flora,
fauna, hidrología, geología y topografía de sus cumbres. Estas mesetas tapizadas de árboles con unos inmensos agujeros fueron declaradas
Parque Nacional el 16 de diciembre de 1978 a solicitud de la Sociedad
Venezolana de Ciencias Naturales.
En 1974, Charles Brewer Carías
encabezando un equipo de exploración organizado por la Sociedad Venezolana de
Ciencias Naturales descendió y exploró los agujeros por la parte Norte del
Sarisariñama, recogió muestras de vida vegetal y animal y exploró la
comunicación subterránea que parece existir entre las diferentes simas, una de
las cuales –Sarisariñama- tiene 400 metros de diámetro por 350 de profundidad.
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