Wadaka Tema 25
La Llovizna es uno de los parques
naturales diseñados para la recreación con los cuales cuenta el Estado
Bolívar. Alimentado por los saltos
inferiores del Caroní, La Llovizna ocupa 160 hectáreas de extensión y culmina
con una impresionante cascada de veinte metros deslizándose sobre una muralla
de rocas precámbricas.
Es parte La Llovizna de un
sistema de parques naturales surcados por el Caroní que incluye al Loefling y
Cachamay. Alberga unas 30 islas
conectadas entre sí por numerosas caminerías de piedras y senderos naturales,
todas las cuales conforman un paisaje exaltado por árboles, césped, aguas
plácidas y torrentosas, brazos y musgos que seducen y arroban al visitante.
El Parque Cachamay, en el sector
Puerto Ordaz, vía principal que conduce a la toma del puente para dirigirse a
San Félix, a mano izquierda, está dominado por los raudales y saltos inferiores
del Caroní. Toda esa torrentera
prevalerte en el paisaje es realmente imponente y el espíritu se sobrecoge ante
el espectáculo ruidoso de las aguas.
Cachamay es síntesis de las aguas
del Caroni sumadas las del Aponwao,
Caruay, Carrao, Paragua que se espuman
sobre la roca para luego arremansarse en los recodos pedregosos, umbrales de la
fronda y de la sombra que hacen más placentera la estada del viajero. Allí
apacentaron las fieras, las flechas y
los ritos de los Guayanos, cuyos restos culturales encontró en 1972 el
antropólogo Mario Sanoja.
Las instalaciones de La Llovizna
ofrecen alternativas varias a los visitantes.
Para los aficionados a la fotografía, el parque brinda numerosos motivos
como caminos cubiertos de hojarasca, caídas de agua, jardines, bosques y
raudales. Asimismo a los interesados en botánica gran número de especies vegetales autóctonas
de Guayana
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